EL CABALLERO SOLITARIO
Guillermo, caballero desde hacía 8 años, cabalgaba encima de su negro caballo. No tenía fijada la dirección a la cual quería ir, solo cabalgaba...
Estaba rodeado de un bello atardecer, que cada vez se oscurecía más, la brisa que corría, movía las ramas de los árboles, aún iluminadas por aquel último rayo de luz que se podía observar.
Él estaba decepcionado consigo mismo, había perdido su batalla, nada podía darle más vergüenza en toda su vida. Seguía cabalgando, sus sentimientos de ira, odio y vergüenza lo hacían alejarse y evadirse de la realidad, él ya no se consideraba un buen caballero, ¡había perdido su batalla! y, juntamente su cordura, así que Guillermo ya no se merecía vivir en su país (al cual había decepcionado), con todos sus habitantes. Según él, tenía que pagar su castigo, así podría vivir en paz consigo mismo y, alguna vez, si se proponía la posibilidad, olvidarlo.
ARIADNA RODRIGO.
Esta historia romántica la realisé a partir de escuchar claro de luna. Escribí lo que me expresaba
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1 comentario:
Ariadna, me gusta mucho tu texto, sobretodo por los adjetivos que utilizas, y el formato de las frases, que escribes en parte muy poéticamente. Cuando digo el formato de las frases, me refiero al orden en que dices las cosas y escribes las palabras, que no es en formato de redacción, si no en formato de poesía, y eso le da un tono romántico. Lo único que cambiaría son algunas palabras sueltas, le pondría algún sinónimo que sonara mas suave, como batalla, y no pondría exclamación. Pero són pequeños detalles, el texto en general está genial.
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