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En este blog encontrarás creaciones propias a partir del estudio de la literatura en el Colegio Montserrat de Barcelona
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7 comentarios:
Silencio acuciante hecho palabra, sentido deletreo de cuerdas desafinadas. Paseo por la vida hecha ascenso, vida de armoniosa música que susurra sus pesares, sus inquietudes, sus misterios. Deletreo de sonidos españoles u orientales, habla de amistad, quizás de desasosiego, pero tierno encuentro de abrazos rotos.
Después de varios lustros, al fin vuelvo a mi pueblo. Veo los prados, de colores verdes y ocres extendidos por todo el alrededor del pueblo. Veo las pequeñas casas blancas donde vivían mis vecinos. También veo la panadería donde mi abuela me hacía ir a comprar el pan los domingos.
Tantos recuerdos me vienen a la cabeza... Mi infancia se refleja en mis ojos, como un cristal semitransparente que me deja ver el presente y el pasado a la vez. Recuerdo el lugar exacto donde ocurrió cada uno de mis recuerdos; aquella esquina, aquella plaza, aquella casa... Daría mis ojos por poder volver a aquél tiempo y poder ser feliz de nuevo, no tener que preocuparme de nada y poder ser feliz. Ser un niño juguetón que no se da cuenta de los problemas que le rodean, que solo vive para jugar y disfrutar de la vida. Que aunque haya nacido sabiendo llorar, ahora está aprendiendo a reír, está aprendiendo lo que es el gozo, el disfrutar de todas las cosas que tiene la vida... Ahora solo me queda mi ilusión por volver a esos momentos, mi propio yo y mi orgullo... Nada útil para ser feliz.
Preparó las maletas. Miraba a su alrededor. Las casas, los árboles, los alrededores…Todo le traía recuerdos de aquellos maravillosos días que había pasado junto a él. Nunca los olvidaría. Las lágrimas empezaban a caer por sus ojos. Se montó en el coche sin despedirse. Sabía que las despedidas eran peor. Lo puso en marcha y se dirigió a Madrid. La carretera cada vez era mas larga, y el camino parecía ser infinito. Mientras conducía los recuerdos no salían de su cabeza. Todos esos días junto a su amado habían sido inolvidables. Pero sabía que debía volver a Madrid, allí lo tenía todo pero a la vez no tenía nada.
Georgina
Argentina
Primera vez
Tranquilidad una sensación de agua suave que recorre mi piel. Es como un paisaje muy grandioso muy inmenso infinito. Cada vez pasan más cosas y más interesante. Vas caminando por el paisaje y sientes algo maravilloso ese sol que te toca la piel es un ambiente seco pero muy intenso con olores que casi no te dejan respirar. Es un paisaje seco vacio pero con mucho amor. Un paisaje con viento con luz. Estas feliz y con mucha paz interior. Sonríes inmensamente estas muy contenta de estar allí. No quieres salir de ese sitio. Das vueltas y vueltas y dejas que el viento te lleve lentamente entre sus brazos. Llevas una sonrisa que te durara la eternidad.
Segunda vez
Un especie de viento empieza a recorrer mi cara levantando pelo por pelo haciendo un juego de cuerdas. Camino lentamente pero decidida hacia ese paisaje que tanto amo. Ese preciosos paisaje que esta solo sin nadie. Como quiero esa tierra. Parece estar seca, pero cuando inspiras ese aire te llega la profundidad de esa tierra que es demasiado intensa. Empiezas a dar vueltas en ese precioso paisaje simple pero a la vez complejo. Sonríes no puedes evitarlo dejas que el viento te lleve y que el sol te brille en la cara. Tu piel disfruta como tú. Un amor te llena y te encantaría poder mantener-lo allí para siempre. Sabes que cada vez que pienses en ese lugar sonreirás y te sentirás feliz y cómoda ¿Porque me he de ir? No quiero
Tercera vez
Es complicado explicar después de varias veces de escucha te das cuenta que no es ese paisaje eso es lo que tu ves pero las personas son las de esos sentimientos tan felices. Las personas que te han cuidado y que te han apreciado. Donde has pasado esa infancia tan bella y única. Ha habido momentos de dificultad pero tan triviales comparados con ahora. Sonríes porque hay gente porque están los seres más queridos de tu infancia. Están esas personas que quieres. Como las hecho menos. Dejas que las emociones te broten. Sonríes y bailas. Explotas tus emociones brotan como flores al ver el sol sonríes intensamente no puedes más . abrazas a esos seres queridos que te rodean y no quieres dejarlos porque me he de ir .
Cuarta vez:
Empiezas a recordar pero cuesta, es difícil volver a ver esos años tan increíbles. Entonces te viene esas sonrisas ese amor que te regalaban los que te rodeaban. Te acuerdas de cuando corrías sin vergüenza bailabas con expresividad y cantabas sin miedo. Recuerdas yendo a esos sitios bellos. Recuerdas siendo traviesa, pero sobretodo sonreías. Sonreías hasta que te dolían los cachetes sonreías hasta que se partía la boca. Entonces ya no puedes más te vuelven y te envuelven todas esas emociones tan bellas que tenias en tu interior. Ese ser amado que te enseño a tocar el piano. Esa chica joven que te llevaba al parque. Esos amigos divertidos que nunca te defraudarían y esa escuela viva de color
Quinta Vez
Vas corriendo por un campo de trigo es muy amarillo y el sol brilla intensamente puedes oler ese campo. Ese olor intenso a pasto seco y olvidado recorres tus manos por cada trigo cada uno crea una nota diferente. Los picas y corres saltas. Disfrutas del momento tus pies desnudos descubre texturas nuevas al pisar sobre el trigo. Te ríes porque te hace cosquillas estas muy contenta y ves un elegante pájaro pasar ay como vuela lo intentas seguir con laos brazos no puedes te entristeces. Pero enseguida vuelves a correr. Te ríes muchísimo. Empieza a brotar de ti unas sensaciones inmensas y te das cuentas que estas en ese corazón y que o tienes abierto al mundo esta brotando como una flor al ver al sol. Amor, odio, penas, alegrías, recuerdos. Lentamente te dejas caer y te sonríes no quieres que acabe este momento pero ha de acabar. No quieres qué se vaya. Tienes que cerrar el baúl de los sentimientos.
Conclusión:
Creo que me estoy acordando me de argentina de ese paisaje seco pero a la vez tan bello. Todos esos sentimientos mayoritariamente de alegría. Creo que son los de argentina y que cuando acaba la canción siento como pena creo que fue el momento en use tuve que dejar ese hermoso país. Creo que las emociones son todas esas personas que me querían tanto y que a la vez yo les quería. Me gustaría volver pero es como la canción se acaba y no se vuelve a repetir. Pero al menos lo pude disfrutar. Creo que no me dejo llevar por la canción sinó que busco algó en mi mente que yo quiera mucho y la relaciono con la canción.
Estaba en Alejandría, no era un viaje de negocios ni nada por el estilo, si no que era un viaje de placer.
Caminaba por el paseo, bajo la tenue luz del crepúsculo. Las tiendas, los olores, las miradas despreocupadas de la gente se cruzaban en su camino. Era un paseo estrecho, en algunas tiendecitas se vendían telas de colores cálidos, mantos de formas y texturas exóticas, todo formaba parte de un mismo conjunto, Egipto…
Caminaba sin rumbo fijo, con paso esperanzado de llegar a algún sitio, pero no sabia donde…
De pronto, la cruda realidad se reflejó ante sus ojos, lo que antes habían sido niños correteando y mujeres con velos en la cara que tan solo dejaban entrever sus hermosos ojos, se convirtieron en hombres tirados en el suelo, enfermos, con un horrible aspecto y la mirada perdida, todos ellos pedían limosna, comida o incluso respeto y dignidad…
Volaba por el espeso cielo de camino a casa, no podía olvidar aquellas penetrantes y débiles miradas llenas de dolor…
Pero sabía que un día u otro, todo se quedaría en un vago recuerdo.
Cosa que estaba segura que no le ocurriría a toda aquella gente…
_alba
Un nuevo día empezaba, otra lucha diaria para sobrevivir comenzaba y yo paseaba por las calles estrechas y sucias de mi pueblo con el acompañamiento del viento soplando y haciendo corretear las hojas secas de los arboles, en el suelo.
Observaba como si todo fuera nuevo, no comprendía nada, la soledad y los recuerdos me invadían constantemente y era incapaz de ver la realidad a mi alrededor.
Cuando pasaba por la plaza principal, me fijé en el interior de una vivienda, donde los lujos deslumbraban con el poco sol que asomaba esa mañana. Cerca de la ventana había una pequeña niña, morena como el café vestida con un preciso y rico vestido. Esta me contemplaba con cara preocupada que mostraba incomprensión e inocencia delante de la realidad que vivía.
Verla allí plantada detrás de la ventana me hizo recordar mi infancia, todos los momentos que había pasado huyendo del mundo real observándolo detrás de un cristal, el escudo que me alejaba de la cruel vida real. Todo esto era antes, antes de que explotara la guerra. No podía comprender como mi vida había dado ese vuelco de repente. Fue un abrir y cerrar de ojos y darme cuenta que las riquezas de mi familia habían desaparecido de un día para otro. Todo lo que se había trabajado en los campos, había desaparecido en instantes y parecía que el viento, mi único compañero, se lo hubiera llevado todo.
Habían pasado unos años y se volvía a ver el sol entre el polvo y la tierra de los escombros de nuestro antiguo hogar. Yo ahora estaba sola, sin nada ni nadie, frente a cualquier situación que pudiese ocurrir, indefensa y desprotegida. No había ningún cristal ni ventana que ahora pudiese alejarme de lo que estaba viviendo ni lo que tenía que afrontar de ahora en adelante.
Solo podía hacer una cosa, dejar atrás todos los recuerdos y empezar mi nueva vida y a la espera de lo que podría depararse en un futuro de miseria.
Corren los enamorados por un camino del bosque.
Su paso es alegre hasta que ven soldados en el camino. Esto significa que los rumores de guerra son verdaderos. Él tendrá que marchar. Se despiden melancólicamente, con los ojos llenos de lágrimas y el corazón triste.
Durante su ausencia, se escriben cartas esperando encontrar algo de esperanza en un pozo de cosas terribles. Pero las cartas son censuradas, tachadas. Sólo pueden leer, Querido/a…………………………te quiero.
Pero esto les basta para saber que su amor sigue vivo y esperan la llegada de la paz.
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