martes, 19 de mayo de 2009
Aqui teneis el relato que hice para comentari de text, espero que hos guste ^^
Antes de empezar este relato desearía ponerles en situación, nos encontramos en la clase de 4º de la ESO del colegio Montserrat, un colegio reconocido por toda España por sus innovaciones y sus metodologías de trabajo y objeto de las atentas miradas de directores y profesores de diversos centros educativos. Como parte del desarrollo educativo, el colegio Montserrat hizo pues un paso adelante hacia las nuevas metodologías y el trabajo cooperativo al eliminar los libros en las clases y incluir una nueva herramienta, el ordenador portátil.
Eso representó un gran avance en la dinámica de las clases pero supuso una adaptación de la infraestructura de la aula de 4º, los alumnos que cursaban este nuevo año se encontraron con un gran sistema de enchufes instalado a ambos lados de la clase y unos 4 routers que generaban la red wifi. Estos routers tenían su propio enchufe donde colocar el alimentador, situados a lo alto de la clase, se encontraban fuera del alcance de cualquier persona no más alta de 3,25 metros.
Pues bien, esta es la historia del router nº 317B6, el tercer router de la clase de 4º de la ESO del colegio Montserrat.
Eran las 3 de la tarde de un viernes, Joan Ramón, el administrador informático del colegio, se disponía a realizar un mantenimiento rutinario de la red del centro. Se encontraba en la sala del fondo del 3r piso, una pequeña habitación a la que pocas personas han entrado, envuelta de misterio pero que les aseguro que es del todo normal. Al estar al fondo del 3r piso tiene una ventana con vistas a la plaza en de la puerta verde, sin duda una ventana privilegiada ya que recibe la luz del sol la mayor parte del día. El tamaño de la habitación es reducido, solo hay espacio para los ordenadores y algunas sillas. Predomina el blanco desgastado de los viejos ordenadores del servidor y Joan Ramón esta justo delante del ordenador central. Dentro de su rango de visión se encuentran dos monitores arcaicos, un teclado antiguo y una prehistórica versión de windows 95 server edition desde donde, milagrosamente, controla toda la infraestructura del colegio Montserrat. Como en cada mantenimiento rutinario, Joan Ramón, revisa minuciosamente cada componente del servidor en busca de errores, incoherencias o contraseñas cambiadas para mantener el estado de la red en óptimas condiciones. Todo iba como estaba previsto, las conexiones funcionaban perfectamente pero al llegar al tráfico de la red de la aula de 4º Joan Ramón se alarmó. ¡El numero de paquetes enviados por los routers era de 750 cada segundo, eso no era posible! ¡Él recordaba haber instalado el sistema personalmente y el tráfico siempre era de 1000 paquetes por segundo! ¡No podía ser! Había un Fallo en su sistema!
Joan Ramón estuvo trabajando durante varias horas buscando la solución al problema hasta que llegó a una compleja ecuación: Trafico de paquetes enviados = tráfico del router 1 + tráfico del router 2 + tráfico del router 3 + tráfico del router 4. Lo había encontrado! ¡Cada router enviaba 250 paquetes así que estaba fallando uno! Joan Ramón, orgulloso de su deducción se dispuso a encontrar el router y descubrió que era el nº 317B6, el tercer router de la clase de 4º. Intentó enviarle una nueva cadena de órdenes pero este no respondía, parecía desconectado completamente así que decidió ir a verlo personalmente.
A esas horas del viernes la aula de 4º ya estaba vacía, solo quedaba el caos de mesas desordenadas que los alumnos habían dejado después de la clase de castellano así que el administrador del servidor se aventuró en ese laberinto para arreglar al router nº 317B6.
Se subió a su escalera de 3,25m para llegar a el y descubrió el causante de la avería, el enchufe. El router ya no recibía alimentación eléctrica y no se podía arreglar la conexión de ninguna manera, Joan Ramón, un hombre con un ingenio sin igual, se hizo con uno de los escasos e mugrientos alargues de la clase de 4º para realizar una comunicación entre el router y uno de los enchufes de la parte inferior de la clase. Consciente del peligro que podía conllevar dejar esa conexión al descubierto, decidió escribir en una papel la frase NO TOCAR y la engancho en la batería de enchufes de la clase. Al acabar volvió a su habitación donde, con su arcaica pantalla, su viejo teclado y su prehistórica versión de windows 95 server edition, siguió, milagrosamente, con la revisión rutinaria del servidor del colegio Montserrat, uno de los mejores de España.
El cartel que aparece en la foto actualmente se encuentra desaparecido y el router ha sido desconectado varias veces, de entre ellas, una por Sergio del Ojo.
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5 comentarios:
¡Hola Miquel! He leído tu historia, y me ha gustado mucho.
Creo que el objeto que has utilizado para desarrollar la historia es muy original. Además la narración está muy bien ambientada. La trama es bastante rápida, por lo que me ha hecho “engancharme” Felicidades
PD: os guste, se escribe sin H ;)
Segunda vez que leo el texto.
Como ya te dije, Miquel, me parece una historia original y divertida, más aún conociendo desde cerca los temas que trata :)
Felicidades por el texto.
Me suena haberla leído antes, esta historia...
Ya te lo dije, ¡es muy chula!
es la segunda vez que he leído este texto y al igual que la primera(en el blog de comentari de text)me ha gustado, buen texto Miquel.
ingenioso y original!!
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