- En el portal de la calle Balmes 56 se encontraba Pepita Jiménez con una escoba limpiando. Ella estaba enamoradísima de Luís un habitante en la escalera en la que ella fregaba. Era una relación de lo más extraña. Nadie lo sabía exceptuando la madre de Luís. Un día, ésta le dijo que su hijo tenía que hablar con ella. Pepita, toda nerviosa se preparó bien para esta cita. Se quitó la bata, se peinó, dejó la escoba y se puso a leer el periódico. En ese instante entró Luís, él le rompió el corazón a ella. Le dijo que por su trabajo tenía que ir a vivir a Madrid. Pepita nunca limpió igual de bien la portería que como lo hacía antes.
PAULA UBACH.
miércoles, 18 de febrero de 2009
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3 comentarios:
¡Paula!
Me ha gustado mucho el texto que has realizado. El final es un poco triste, yo lo hubiera terminado de una forma más feliz o con intriga, para poder seguir la historia e irtela inventando. Si no recuerdo mal Pepita Jiménez de Juan Valera, acaba feliz con el sacerdote Luís. Tu podrías haberlo acabado de una forma feliz también. Habrás visto que a mi me gustan los finales felices :D .
Me ha gustado mucho, ¡es original!
Un Beso
este texto está muy bien aunque el final me ha parecido un poco triste.
Mientras que ella no sabe lo que le va a decir Luis nos deja con la duda de lo que pasará, es un texto muy bueno.
Un saludo.
Un gran texto, el final es excelente así como el principio también tiene su gracia. Yo hubiera elaborado más el motivo, ya que es bastante sencillo visto de la manera que lo has puesto, aún así no pierde su gracia de relato corto y aunque no tenga un final idealizado, nos deja con un buen sabor de boca. Muy buen texto, gracias.
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